Reproducimos a continuación un análisis tomado de la web del CEDEP-CLEP:
Se han desencadenado diversas movilizaciones estudiantiles por la aprobación de la denominada Reforma Integral de Educación Media Superior, cuya finalidad es establecer un Sistema Nacional de Bachillerato a Nivel Nacional; dicha reforma se impulsará en todas las escuelas de nivel medio superior públicas y privadas. La eliminación de la materia de filosofía en este nivel de estudios ha despertado la protesta de diversas personalidades en el ámbito académico e intelectual, esto refleja la inconformidad que existe en diversos sectores por está reforma, las movilizaciones han orillado al Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México a desvincularse del Sistema Nacional de Bachillerato e impulsar su propia reforma.
Las repercusiones del Sistema Nacional de Bachillerato en escuelas como los CCH's, las Preparatorias, de la UNAM, las Vocacionales del IPN y las preparatorias de las Universidades Estatales, será su desvinculación de estas escuelas superiores, con la homologación de los planes y programas de estudio y la integración de las escuelas de medio superior a un sistema nacional.
El objetivo de este documento es hacer un análisis de la Reforma al Bachillerato, para contribuir al debate a lo interno del movimiento estudiantil, creemos que es importante que todo aquel compañero que este dispuesto a organizarse contra está nueva embestida en contra de la educación pública debe conocer ¿que hay de transfondo en está nueva reforma?, ¿por que ahora la plantean?, ¿hay alguna alternativa para echar atrás la reforma?
Las ideas plasmadas en la reforma
La Secretaría de la Educación Pública, pretende que creamos que las ideas plasmada en los documentos de la Reforma Integral a la Educación Media Superior (RIEMS) son nuevas e innovadoras, cuando en realidad estas reformas ya han sido implementadas en varios países con los mismos argumentos y objetivos; es común leer en los documentos de las reformas educativas que estás van orientadas a “alcanzar la calidad y la excelencia educativa, mediante la competencia académica” además de “adecuar a la educación al contexto nacional e internacional actual, debido a los cambios que ha habido en el último periodo”.
Los estudiantes y los profesores no somos entes aislados de está sociedad y lo que sucede en ella repercute también a lo interno de las escuelas las cuales no son inmunes a los cambios sociales que provoca la lucha de clases en nuestro país y en el mundo. Las ideas que se reproducen dentro de las universidades corresponden a los intereses de un sector en la sociedad, la burguesía.
Querer analizar aisladamente lo que ocurre en las escuelas sin tomar en cuenta lo que sucede fuera de ellas es tener una visión limitada y equivocada de los acontecimientos, incluso los impulsores de la reforma al bachillerato reconocen que la reforma va orientada a “responder a las exigencias del mundo actual”, pues veamos en que contexto se desarrolla la reforma.
Desde finales de la década de los 70's, a nivel mundial se empezaron a impulsar una serie de medidas económicas y sociales, las cuales se llevaron a cabo de manera más profunda en los países subdesarrollados, como México; el neoliberalismo (capitalismo salvaje) se profundizaba y comenzaba una etapa de ataques contra los derechos que la clase obrera y la juventud habían conquistado en el pasado: privatizaciones de empresas públicas y de servicios, flexibilidad laboral, recorte al gasto público (educación, salud, vivienda, etc.), recortes salariales y en prestaciones, ataques a las jubilaciones y pensiones todo esto bajo la bandera del adelgazamiento del Estado, la no intervención estatal en la economía, la liberalización y apertura económica.
Muchas de éstos logros como la educación pública, contratos colectivos de trabajo, derechos sindicales, fueron obtenidas en base a la lucha de la clase trabajadora y la juventud.
No fue casualidad que a los gobiernos de Margaret Tatcher en Inglaterra, Videla en Argentina, Pinochet en Chile o Miguel de la Madrid y Salinas en nuestro país, impulsaran ante la necesidad de la burguesía de seguir mantenido las tasas de beneficios el desmantelemiento del llamado Estado del Bienestar, el cual ya era un obstáculo para seguir manteniendo la tasa de beneficios de la burguesía.
Durante el periodo del Estado de Bienestar la educación pública tuvo un auge tremendo, se construyeron nuevos planteles, aumentó la matrícula estudiantil, etc. pero sería un error decir que fue por la buena voluntad de los gobiernos y la burguesía estos avances, fue un producto directo de la lucha de la clase trabajadora y la juventud para lograr que los hijos de los trabajadores ingresaran a las escuelas desde nivel básico hasta universidad, pero ya para la década de los 70 esto era insostenible para la burguesía y sus gobiernos.
En el terreno educativo el llamado neoliberalismo significó el abandono de la educación en el terreno presupuestal, la restricción en el ingreso a nivel medio y superior, la descentralización de la educación básica, la implementación de cuotas, cobros y colegiaturas en las escuelas y por su puesto la reforma en los planes y programas de estudio para adecuarlos a las necesidades del modelo neoliberal y la apertura del mercado.
En el terreno del presupuesto los gobiernos han emprendido la llamada diversificación del financiamiento educativo, cuyo objetivo ya no es que sólo el Estado otorgue los recursos destinados a la educación pública, sino que haya más actores interviniendo: los empresarios mediante la inversión privada; los padres de familia y estudiantes mediante las colegiaturas y las cuotas, intentando implementarlas en todos los servicios educativos y que estos cobros vayan aumentando.
La aplicación de una serie de exámenes de selección ha implicado que miles de jóvenes no puedan ingresar al bachillerato y a la universidad, el llamado examen único ha servido para orientar a los jóvenes a las escuelas no de su preferencia sino a la que el gobierno al servicio de los intereses de la burguesía necesite, los exámenes de selección en las universidades rechazan a miles de estudiantes cada año; en 2009 se habla de que cerca de 150 mil estudiantes no podrán ingresar a la UNAM y 100 mil al IPN.
Las autoridades comunmente argumentan que el objetivo fundamental es “alcanzar la calidad educativa” mediante “la competencia y la evaluación constante” cuya finalidad es la formación del “recurso humano o capital humano”.
Nosotros no nos oponemos a la calidad educativa, de hecho los estudiantes debemos luchar por que la educación que se nos imparta sea de calidad, pero eso se logra en un primer momento por que la escuela pública tenga los recursos suficientes para invertir en la infraestructura y equipamiento de las escuelas, en la preparación académica y pedagógica de los profesores y en el apoyo de los estudiantes de bajos recursos.
La nueva lógica es invertir en las llamadas escuelas piloto y/o de calidad, a las cuales se les asigna presupuesto por sus “meritos académicos”, se incentiva y se promueva a los profesores sometiéndolos a la competencia individual, según los impulsores de la reforma esta calidad se alcanzará mediante la competencia de los estudiantes. Los resultados de estás medidas: se ha dejado en un total abandono un sector importante de escuelas, la promoción docente sólo ha beneficiado a los más allegados a la burocracia sindical y la competencia entre los estudiantes ha provocado que miles de jóvenes sean excluidos de la educación.
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