Mientras los banqueros y las grandes compañías con sólo levantar un teléfono generan grandes movimientos de capital obteniendo miles de millones de dólares de ganancias, hay mil millones de personas en la miseria. 50 mil niños mueren de hambre diariamente, enfermedades ancestralmente desaparecidas vuelven para cobrar miles de victimas. La bancarrota del capitalismo no sólo nos condena a vivir en la miseria, sino que amenaza con destrozar la educación pública, la cual es la base para conformar una educación gratuita, democrática, laica y de calidad, en México y en todo el mundo.
El programa modernizador
La política educativa actual de nuestro país tiene como objetivo satisfacer las necesidades del capital extranjero, de ahí la adecuación de lo planes de estudio a los requerimientos del TLC y la OCDE.
El proyecto educativo tiene como objetivo la privatización, esto se puede apreciar en el incremento de cuotas y la disminución de la matricula a nivel nacional que es de aproximadamente de un 40%.
También la privatización en la educación queda plasmada «constitucionalmente» en la reforma al Art. 3ero., en la cual solo la educación primaria y secundaria seria obligación del Estado. O sea que el Estado deslinda su responsabilidad de la Educación Media Superior en adelante. Esto significa una disminución en el gasto de educación y como consecuencia la imposibilidad de que los hijos de trabajadores tengan acceso a otros niveles de estudio.
Se ha iniciado la desaparición de carreras que el Estado no considera importantes (economía, sociología, etc.) para suplirlas por otras más «productivas».
En realidad al estado no le interesa la educación pública, desde el sexenio de De La Madrid, se hizo patente la priorización de la escuela privada por encima de la pública.
Los movimientos estudiantiles de 1986-87, así como las luchas en todo el país a partir de entonces, son una respuesta a los proyectos neoliberales que el estado pretende implementar.
El proyecto neoliberal es por naturaleza excluyente, eficientista, acrítico, apolítico, etc. Haciendo un resumen de las principales características de este modelo, podríamos decir lo siguiente:
El programa modernizador
La política educativa actual de nuestro país tiene como objetivo satisfacer las necesidades del capital extranjero, de ahí la adecuación de lo planes de estudio a los requerimientos del TLC y la OCDE.
El proyecto educativo tiene como objetivo la privatización, esto se puede apreciar en el incremento de cuotas y la disminución de la matricula a nivel nacional que es de aproximadamente de un 40%.
También la privatización en la educación queda plasmada «constitucionalmente» en la reforma al Art. 3ero., en la cual solo la educación primaria y secundaria seria obligación del Estado. O sea que el Estado deslinda su responsabilidad de la Educación Media Superior en adelante. Esto significa una disminución en el gasto de educación y como consecuencia la imposibilidad de que los hijos de trabajadores tengan acceso a otros niveles de estudio.
Se ha iniciado la desaparición de carreras que el Estado no considera importantes (economía, sociología, etc.) para suplirlas por otras más «productivas».
En realidad al estado no le interesa la educación pública, desde el sexenio de De La Madrid, se hizo patente la priorización de la escuela privada por encima de la pública.
Los movimientos estudiantiles de 1986-87, así como las luchas en todo el país a partir de entonces, son una respuesta a los proyectos neoliberales que el estado pretende implementar.
El proyecto neoliberal es por naturaleza excluyente, eficientista, acrítico, apolítico, etc. Haciendo un resumen de las principales características de este modelo, podríamos decir lo siguiente:
1.- Plantea la restricción académica, orientada a la súper especialización profesional. No son necesarios mas conocimientos que los orientados a la profesión respectiva, en este sentido la educación solo adquiere carácter de capacitación para el trabajo, olvidándose de una formación integral.
2.- Establece una evaluación de las instituciones educativas, basada en el criterio costo-beneficio de esta manera se emplean los mismos criterios de la industria, la educación asume el carácter de negocio, decía un director de cierto instituto hace tiempo: «Nuestra tarea es producir ingenieros de buen nivel para la industria al mas bajo costo para el estado».
3.- Intervención directa de la iniciativa privada en la definición de la forma y contenido de las carreras, así como de las necesidades de la investigación, es decir el conocimiento al servicio del capital.
4.- Reducción de la matricula estudiantil, así como la eliminación de carreras que se consideren no prioritarias para el capital.
5.- Diversificación de los mecanismos de financiamiento, teniendo como base:
a) Asignación de presupuesto, solo en función del cumplimiento de los proyectos que el gobierno solicite.
b) Cobro de cuotas tendientes a que el alumno cubra por lo menos la cuarta parte del presupuesto escolar.
c) Racionalización del gasto, es decir, recorte de personal al mínimo indispensable, tanto docente como no docente, así como la concesión de los servicios de mantenimiento, limpieza, vigilancia, etc.
e) Financiamiento del sector privado a partir de proyectos orientados hacia ellos.
6.- La Centralización del nivel posgrado e investigación a nivel nacional.
7.- Evaluación del desempeño laboral en función de criterios como el trabajo a destajo, promoción solo en función del rendimiento, la antigüedad no importa.
8,- Reformulación de las relaciones laborales teniendo como base el trato con individuos, llevando la relación con el sindicato a un plano puramente formal.
9.- Descentralización de las instituciones teniendo como criterio fundamental el mejor control político y administrativo de las mismas.
10.- Desaparición de organismos académicos no dependientes de la autoridad central o que pudieran convertirse en un obstáculo para las directrices centrales, los consejos académicos o universitarios deben ser eliminados.
11.- Línea vertical de autoridad, es decir nada de democracia dentro de las instituciones educativas.
12.- Filtración de estudiantes, tendiente a eliminar a todos aquellos que no se adapten al modelo individualista, todo esto por medio de mayor limitación de mecanismos de ingreso, escolaridad, becas, comedores, transporte, etc.
13.- Federalización del sistema educativo, sistemas de educación estatales, todo esto para impedir luchas a nivel nacional, como la magisterial del 89.
14.- Redefinición de la autonomía universitaria (al criterio del estado, hay autonomía cuando le conviene y cuando no, pues no la hay).
El contenido de la modernización
La política educativa del estado pretende establecer de forma definitiva una adecuación de la educación en el sentido de que atienda básicamente los requerimientos de la burguesía: industrial, comercial, financiera, etc.
La orientación básica de la modernización educativa se establece en los niveles medio superior y superior, la razón es simple: es ahí donde se concentran los estudios que pueden vincular más directamente al individuo con el aparato productivo.
Se alentarán y se alientan las investigaciones más pragmáticas y de tendencia técnica sin trascendencia propiamente científica. Miman desde ahora los proyectos que tengan que ver con la modernización administrativa de la educación. Así, gran parte de los estudiantes terminales se inclinan incondicionalmente a estos "nuevos programas de titulación y posgrado".
Desde mediados de los ochentas se han establecido instituciones al nivel superior que conjugan tanto instituciones públicas como privadas que tienden ha establecer ciertos criterios básicos que orienten la modernización educativa. En particular en México la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior) cumple con esta función.
La perspectiva privatizadora tiene estrategias definidas de implementación, una de ellas es transformar al estado de educador en regulador de la educación. La función de regulación se establece a su vez en función de criterios fundamentalmente administrativos. Estos son los exámenes generales de ingreso, los exámenes de calidad profesional, los procedimientos de evaluación institucional etc. En todos ellos se pretenden crea estándares, ellos dicen de calidad, nosotros decimos de elitización de la educación. Otra estrategia de implementación es la descentralización administrativa que básicamente busca establecer mecanismos par aislar las luchas en aquel estado o sector donde se desarrollen.
La restricción del presupuesto para educación no tiene su causa básica en la baja del petróleo sino en la política educativa del estado. La lógica de la burguesía es generalizar las carencias en el medio educativo para la privatización, y de esta manera buscar que el cobro de cuotas sea la única salida para resolver el creciente problema de la insuficiencia de recursos.
En ultima instancia, a partir de las movilizaciones durante los últimos 12 años, el problema para el estado no ha sido el de tener que cambiar de política educativa, sino los ritmos con que la privatización se va implementando.
La actitud de las "autoridades"
En el estado actual de "sálvese quien pueda", el gobierno, los rectores y directores han retomado una vieja palabra de mucho renombre en el ambiente universitario la "autonomía", sobretodo en el aspecto financiero significa simplemente que tendrán que rascarse con sus propias uñas las diferentes escuelas y facultades para salir del problema presupuestal En este aspecto tenemos heterogeneidad de tácticas para una misma estrategia (la privatización disfrazada de autonomía).
Palabras como autogestión, son ahora muy peligrosas. Se emplean para establecer prácticas más autoritarias en la regulación de la vida académica o administrativa de los centros de estudio. Las relaciones laborales no escapan a ello. La modernización reclama que la actividad sindical de las instituciones sea lo más dócil posible, por ello el renovado impulso a los charros. Toda esta regulación autoritaria de la vida en el seno de las instituciones de educación viene acompañada con la construcción de entidades privadas: clubes, fundaciones, asociaciones, comités con cámaras empresariales, entre otras cosas. Las relaciones públicas de los rectores se fortalecen con estas entidades privadas mientras que se pone cada vez menos en tela de juicio de las distintas comunidades lo que la dirección decide. Las donaciones a la UNAM por medio de instituciones de este tipo se circunscriben en estos temas.
La política de reducir la matricula no ha terminado en cuanto a la consecución de sus objetivos, las ÍES (Instituciones de Educación Superior) tienen prisa en reformar las legislaciones en su beneficio. La educación media superior y superior serán en este aspecto aún más golpeadas que el grueso del sector educativo.
A finales del año los rectores y directores iniciaron un juego de palabras demandando mayor presupuesto. En realidad todo era simple discurso para acallar los ánimos de protesta de los estudiantes.
La UNAM
El caso de la UNAM es sin duda el más delicado políticamente. Sin duda este es el motivo por el cual el rector Barnés, si bien nunca ha hablado explícitamente de un alza de cuotas tampoco, quitó el dedo del renglón: "habrá que analizar con todo cuidado" (La Jornada 23/12/98). Se circulaba entre distintos medios universitarios que el objetivo del rector es que no se afectaría "la economía de las familias" cobrando el 20% del costo por alumno, el cual, según un estudio es de 25 mil pesos para licenciatura y 12 500 para bachillerato, en el momento de imprimir este folleto la propuesta concreta es de 1360 pesos para bachillerato y de 2100 para estudios superiores.
En la UNAM se vive la continuación de un proceso que comenzó inmediatamente después del conflicto 86-87, con medidas que se han implantado paulatina y sistemáticamente, que a efecto de "vuelta de tuerca", han convertido a la UNAM en una de las instituciones rectoras en el proceso de ataques a la educación pública. La consolidación y aceptación del Examen General de Calidad Profesional, la intromisión cada vez mayor de la ANUIES (ahora con una mayoría de escuelas privadas), la destrucción de los pocos órganos universitarios en los que se tenía alguna esperanza de resistencia estudiantil, la reducción de la matrícula, la disminución casi a nada del apoyo a los proyectos de investigación, son todos instrumentos y pretextos para la privatización que se presenta en todas las escuelas públicas y más relevantemente en la UNAM.
En este marco los exámenes departamentales son una medida legislativa y administrativa más. Así se ven afectados los cada vez menores derechos estudiantiles. Para evitar una reacción estudiantil en cadena las autoridades ha procurado implementar exámenes de formas heterogéneas y desiguales en distintas carreras y áreas por separado.
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